31 de Mayo de 2022
Hoy, el Presidente de la República de Serbia, Aleksandar Vučić, prestó juramento en la Undécima Sesión Especial de la Asamblea Nacional de la República de Serbia en la Duodécima Convocatoria y asumió sus funciones en su segundo mandato. “Damas y caballeros, Su Santidad, estimado Presidente, estimado miembro de la Presidencia de Bosnia y Herzegovina, estimada Presidenta de la República Srpska, distinguidos Representantes de las Comunidades Religiosas, queridos amigos, estimados Presidentes de Serbia y de la República Federal de Yugoslavia, Sus Excelencias, las Presidentas de la Corte Constitucional y de la Corte Suprema de Casación, Primera Ministra, miembros del Gobierno de la República de Serbia, Presidente de la Asamblea Provincial de la PA de Vojvodina, Presidente del Gobierno Provincial de la PA de Vojvodina, damas y caballeros, queridos amigos, no existe mayor honor, mayor obligación, ni mayor orgullo que el que otorga el hecho de liderar a tu país, ni mejor deber que representarlo con orgullo. Todo eso, y la obligación, y el deber, y el honor, y el orgullo, lo recibí de los ciudadanos en las elecciones. Son la expresión de la voluntad de una mayoría convencida, que a mí y a la mayor parte de ustedes nos ha conferido nuevamente el compromiso de desempeñar nuestro trabajo, incluso no siempre de la manera como lo desea esa mayoría, sino para hacer todo aquello que sea lo mejor y en interés de Serbia. Deseo ser el presidente de todos y el presidente para todos, ser el primero en cuanto a las obligaciones y el último en los privilegios, trabajar más, no pedir nada para mí, pero sí pedir todo, absolutamente todo para nuestra Serbia. El gran Confucio dijo que se puede hacer un compromiso con todo, excepto con los ideales y eso es lo que pretendo hacer, y para mí el ideal es Serbia y el bienestar de sus ciudadanos. Esto también determina las prioridades de mi segundo mandato, aquellas que, me parece, han sido públicas y claras antes de prestar juramento y que son: la paz, la estabilidad, la independencia en la toma de decisiones, la libertad de Serbia, la seguridad, la salud, Europa, trabajo, trabajo y trabajo. Serbia es y será, parafraseando al emperador y filósofo Marco Aurelio, justamente eso, sólo lo que nosotros hagamos de ella. Ella es el producto de nuestras ideas, de nuestros sueños y de nuestras obras, de nuestro ideal, de nuestro objetivo, de nuestra conciencia, del conocimiento sobre dónde estamos y geográficamente e históricamente y de prestar gran atención, como nos ha sucedido tantas veces en la historia, para no confundir nunca la historia y realidad, geografía y realidad, utópicos deseos y realidad. Hoy tengo el honor, pero también la inconmensurable obligación de dirigirme a Ustedes como presidente cuyo segundo mandato se inicia en momentos cruciales de la historia moderna. No hay deber más pesado, pero tampoco más sublime, que el que hoy asumo por segunda vez. Y no existe meta de mayor exigencia, pero más honorable que la meta de que Serbia continúe en su camino, único, hacia el futuro que desde hace tiempo se merece por sus sacrificios y abnegación. Asumo la presidencia en tiempos en los cuales la premisa básica, en casi todo el mundo, ha pasado a ser que la insolencia y la rudeza sean actos de valentía, y la calma y la paciencia reflejo del temor. Vivimos en tiempos en los que todos hablan en voz alta, pero pocos oyen y aún menos los que escuchan. Las voces de la razón son cada vez más silenciosas y la visión del futuro de toda la humanidad se torna cada vez más nebulosa y distante. Hoy, quizás más que nunca, todo el mundo anhela la verdad y la justicia. La misma justicia que está entretejida en las primeras palabras de nuestro hermoso Himno Nacional y que siempre permanece como un imperativo sin el cual no hay progreso para la dignidad del hombre ni para el mundo entero. Siempre lucharé por esa verdad y por esa justicia, puesto que no hay camino más difícil, pero tampoco más honorable que ese. Es posible que el mundo nunca más vuelva a ser el mismo, pero les señalo que nosotros intentaremos permanecer fuertes, confiados e inquebrantables en nuestros principios, como país continuaremos trabajando para el bien común, mientras avanzamos con valor a pesar de todas las adversidades, tal como lo hemos hecho hasta ahora. No hay, por lo tanto, una palabra lo suficientemente grande para nuestra Serbia, que desde siempre estuvo en la encrucijada de diferentes civilizaciones, religiones y culturas, con las cuales se enriqueció de la mejor manera, que nos alienta a preservar hoy ese patrimonio aún con más fuerza, vigor y decisión que nunca antes. Asimismo, a través de nosotros desde tiempos inmemorables se cruzaron los caminos de intereses y ambiciones ajenas, conquistas y retiradas, pero también nuestras victorias y derrotas, que dejaron profundas cicatrices en toda la existencia de Serbia. Muchos llegaron a nuestro país sin respeto ni consideración, pero partieron con oculta o abierta admiración hacia nuestro pequeño, pero gran pueblo, y hacia nuestra pequeña, pero tan orgullosa Serbia. Tal como este Evangelio de Miroslav, también nuestro país tuvo un camino histórico, extraño y difícil. Generaciones de Serbia se han templado durante muchos siglos en los momentos más difíciles, con frecuencia solos, pero siempre erguidos. Precisamente esas generaciones, que a través de la historia han demostrado una increíble altura humana, gubernamental, artística, militar, moral y espiritual, son las que han forjado ese espíritu indomable, libre, incluso a veces desafiante, en todas las generaciones presentes y futuras de nuestro pueblo. Concretamente, el mundo está cambiando dramáticamente ante nuestros ojos a diario, nunca tanto y nunca tan rápido. El ataque a Ucrania es un punto de inflexión en las relaciones internacionales. Por una parte Rusia quisiera finalizar con la dominación de, como dicen, los poderes occidentales duros y blandos, para evitar una mayor expansión de la OTAN, la gran China no quiere el statu quo, o sea la inviolabilidad del poder occidental y la influencia de todos los demás, mientras que, por otra parte, Occidente quiere preservar su supremacía en el mundo, refiriéndose al mismo tiempo a la violación del derecho internacional público, tanto por parte de Rusia, como así también de sus otros opositores, como la República Popular China. Es cierto que el ataque a Ucrania ha violado el derecho internacional público, pero también es cierto que ello ha sucedido decenas de veces en el mundo moderno y que, los principales protagonistas y los grandes luchadores de hoy por el respeto de las normas del derecho internacional público fueron, frecuentemente, las potencias occidentales. Además, nosotros aquí, en Serbia, podemos confirmarlo de la mejor manera posible. Nuestro país en 1999 fue atacado sin la decisión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, sin que nuestro país hubiese atacado previamente a otro país. Después de eso, nuestro país siguió siendo saqueado. No obstante, la existencia de la Resolución 1244 y la existencia del ordenamiento jurídico de esa resolución, siguen saqueando parte de nuestro territorio alegando que tienen razón y si nosotros, por casualidad, decimos que pensamos diferente, a partir de ese momento ya no tendremos futuro, no somos lo suficientemente democráticos, no entendemos el momento actual, sino que nos ocupamos demasiado del pasado. Si alguien más hiciera eso, inmediatamente se consideraría que destruye el orden legal internacional, que destruye todas las instituciones y que destruye la paz mundial. Estoy orgulloso de la actual Serbia, que actúa de acuerdo con los principios del derecho internacional público, que es capaz de condenar las violaciones del derecho internacional público de manera inequívoca y clara. Pero también estoy orgulloso de la Serbia que no tiene un comportamiento anti occidental ni ruso fóbico. Aquí son bienvenidos Dostoievski, Shakespeare, Goethe y Hemingway. Esto es algo de lo que Serbia puede sentirse orgullosa, aún si fuese uno de los pocos países del mundo contemporáneo. Esto lo he dicho no porque sea posible extraer demandas pragmáticas, sino también como presidente de la República, al igual que todos los demás ciudadanos de Serbia, para salvar mi alma y decir lo que está en mi corazón. Y no crean que yo no sé todo lo que ustedes saben. A menudo lo sé mejor que todos los demás. A menudo lo veo y lo siento mejor que todos los demás. Pero eso no resuelve nuestro problema ni ninguno de los problemas del futuro. La política de gobierno de un país no es una política de deseos, sino que es una política de lo posible, una política de la realidad. He hablado, con uno de los líderes europeos más grandes de la actualidad, conversamos durante siete horas, creo que deseaba escucharme y sentí la necesidad de contarle todo lo que tengo en mi alma, de decirle como nos sentimos nosotros los serbios cuando vemos lo que nos han hecho en relación con la cuestión de Kosovo y Metohija y en todos los otros temas referidos a los Balcanes. Ese gran líder me escuchó con mucha atención, mucho más inteligente que yo, con más conocimientos, conductor de un gran país, y en un momento alrededor de las tres de la mañana me dijo: “Ahora Aleksandar vamos a cortar con esto.” Le dije: lo escucho, querido amigo. Él respondió: “No estoy en todo de acuerdo contigo, pero puedo decir que en un 80, quizás incluso hasta en un 90 por ciento de las cosas que has contado tienes razón”. ¿Y qué haremos ahora? Conduces un país, eres el presidente del país, eres lo suficientemente inteligente para saber que a pesar de las muchas injusticias que existen en el mundo hay cosas que no cambiarán. No es posible cambiar la opinión de mi país. Podemos arrepentirnos después, pero nunca lo reconoceremos, porque los grandes no lo reconocen. No existen para nosotros lágrimas de remordimiento ni errores, ellos sólo son previsibles para ustedes, los países más pequeños. Queda por ver qué puedes hacer para salvar a tu país en el futuro. Queda por ver qué puedes hacer para asegurar el futuro de las jóvenes generaciones de tu país, qué es lo que puedes aceptar como realidad y qué es lo que podemos hacer juntos.” Es la primera vez que he escuchado que alguno de los líderes occidentales haya dicho algo así, si bien no directamente, en alguna parte dijo: “Está bien, no siempre somos más felices por lo que hemos hecho en el pasado, pero deben reconciliarse con ello”. Por lo menos obtuvimos algo, por lo menos esa noche recibí algún tipo de satisfacción personal, que, obviamente, no significa nada para nuestro país. Pero, ese gran líder tiene razón al decir que debemos comprometernos con el futuro, que debemos preocuparnos del futuro, que debemos ver qué haremos con nuestros hijos, ellos no están obligados a pagar las deudas de nuestra generación, ni las deudas que nos dejaron nuestros padres, ni nuestros bisabuelos ni nadie más. A ellos debemos dejarles una situación lo más limpia posible para el futuro, para que no tengan que pensar con qué lucharán mañana y qué inestabilidades y problemas deberán enfrentar. Justamente en relación con esto, deseo decir que me alegra la pronta formación del nuevo Parlamento, espero que todas las actividades electorales se completen a la brevedad y no deseo responder a aquellos que hicieron afirmaciones sin sentido acerca del Parlamento ante el cual elegí prestar juramento, puesto que asumí la presidencia el día 31 de mayo y ese era el único día en que podía prestar juramento. Qué hacer, todo lo que hagas y cómo lo hagas, nunca será lo suficientemente bueno o lo suficientemente malo para conformar a todos. La formación del nuevo Gobierno, diría, que es de decisiva importancia, y teniendo en cuenta la situación en la que nos encontramos, una situación difícil, hoy debemos considerarla todos juntos. No puedo hacerlo yo solo, si bien he recibido un gran apoyo del pueblo, es necesario que eso lo haga el Gobierno, y seguramente así lo hará quien tenga plena legitimidad, y no un mandato técnico, más vigoroso y fuerte. También debemos ocuparnos de las nuevas sanciones y de nuevas situaciones raras, con las cuales podemos resultar nuevamente perjudicados, y deberemos pedirles a nuestros socios europeos que nos ayuden en ese tema, pero eso ya es una pregunta para ellos. Justamente en relación con esto, espero que el nuevo Gobierno de Serbia se forme antes a fines del mes de julio, y con satisfacción comenzaré consultas intensivas con los representantes de todos los partidos políticos del país que se han incorporado al Parlamento Nacional, tan pronto como se constituya la nueva la Asamblea Nacional de la República de Serbia.Deseo decir que estoy convencido que el nuevo Gobierno aceptará algunos de mis consejos y solicitudes. Creo que el Primer Ministro tomará la decisión de que el Gobierno incluya a las minorías, para incorporar al mayor número posible de miembros no solo del pueblo serbio,sino también que ese Gobierno incluya húngaros y bosniacos, también croatas, y romaníes y representantes de todas las nacionalidades que deseen el bien de este país y que tienen un sólo país o una patria, y esa es Serbia, a la que aman infinitamente tal como la amamos nosotros y que planean vivir aquí, ellos y sus hijos, tal como lo planeamos nosotros. Justamente con respecto a ello quiero agradecerles a todos los representantes, aunque no me gusta expresarlo en sentido formal – legal, sé que así se dice, a los representantes de las minorías nacionales, pero se lo diría a las personas, a los admirables ciudadanos, a los pueblos que no pertenecen al pueblo mayoritario, y que siempre estuvieron junto a Serbia, ayudaron a Serbia y junto con nosotros compartieron lo bueno y lo malo y también junto con nosotros resolvieron todas las penurias y problemas que tuvimos que enfrentar. Lo que espero del próximo Gobierno, pero a lo que también como Presidente de la República me dedicaré especialmente, como prioridad número uno - es nuestro camino europeo. Y ahora disculpen, porque sé que no recibiré aplausos por algo así, justamente por eso le dedicaré el mayor espacio. A veces me gusta ser obstinado, pendenciero, a veces jactancioso, no para mí o porque necesite algún punto, al contrario, los puntos se pierden por ello, sino porque pienso que estoy haciendo algo bueno por Serbia. Cuando hablamos de Europa, nos sirve como muletilla, de cierta maneta se ha convertido en parte obligada de nuestra mención incidental, pero también en algo que muy fácilmente podemos criticar, atacar a diario, pero de nuevo, cuando llega la tarde o la noche, pensamos cómo y cuánto apoyo y ayuda pediremos mañana. Si bien con derecho podemos decir que ellos no son siempre justos con nosotros, y no creo que siempre lo sean, especialmente cuando se trata de demandas políticas, de la misma manera tampoco nosotros lo somos con ellos. Nos resulta fácil y agradable tomar el dinero de los contribuyentes de la Unión Europea y nos sentimos muy bien aunque no damos las gracias por ello. Es fácil, lindo, aceptar aquello que nos conviene, aquello que nos agrada, pero no nos resulta fácil ni agradable escuchar palabras de crítica cuando algo no les gusta. La Unión Europea no debe ser un sintagma, una muletilla, no debe ser algo que se incluya en el vocabulario así porque si, sino que debe ser nuestra decisión. Precisamente por el intercambio comercial, las inversiones, pero también porque queremos pertenecer a ese tipo de sociedad, tendremos que hacer mucho en el campo del estado de derecho, por la mayor democratización de nuestra sociedad, por libertad de prensa y por todo lo demás. Naturalmente, exageran cuando dicen que no se puede escuchar una opinión diferente, si bien algunas veces lo utilizan para sus necesidades políticas, pero también es cierto que siempre podemos hacer lo mejor, y no por ellos, sino por nosotros. De acuerdo con ello, llegamos a aquello por lo que he prestado juramento hoy, la Constitución de la República de Serbia, llegamos a la cuestión política clave para nosotros, y esa cuestión es Kosovo y Metohija. La cuestión de Kosovo y Metohija relacionada con la crisis de Ucrania será aún más importante y aún más grave de resolver para nosotros. Digan lo que digan, cualquiera de las partes, sea lo que diga alguien de occidente, Kosovo y Metohija será un tema mayor y más importante justamente por aquello sobre lo cual habló recientemente el Presiente Putin. Ellos dirán que no es así y que Kosovo no se asemeja a otros ejemplos del mundo, lo repetirán sin dudarlo. Y cuanto más lo repitan, verán que esto los aflige aún más. Justamente por eso nos enfrentaremos. Me disculpo por hablarles con la verdad a todos, tanto a ustedes en la sala, como a ellos que están escuchando esto. Realmente piensan que soy tan ingenuo cuando diez veces me dicen que no les importa y que ello no constituye un problema para ustedes. ¿A mí, un político veterano, pretenden venderme eso? Veo cuánto les duele. Pueden pensar cuánto nos duele a nosotros, cuánto le duele a este país, cuánto le duele al hombre serbio, cuánto les duele a todos en este país. Diariamente escuchamos presiones para que ustedes satisfagan sus intereses, sin pensar ni un segundo en nuestros intereses. Ahí tenemos un problema y no tenemos a nadie con quien hablar con el deseo de llegar a un compromiso, con el deseo de buscar un compromiso. Asimismo, sé que nadie quiere escuchar esto en Serbia, pero debemos buscar un compromiso. Tenemos que luchar por ese compromiso. Debemos proteger a nuestro pueblo en Kosovo y Metohija. Debemos cuidar la vida de nuestra gente, de nuestros mayores, de sus hijos y de los hijos de ellos que aún continúan viviendo en Kosovo y Metohija, que siguen amando la bandera Serbia, que aún siguen hablando el idioma serbio. Por eso debemos buscar un compromiso. Hoy, cuando hablamos sobre eso, y todavía hoy no se han realizado los juicios para devolverle a Visoki Decani lo que le pertenece a Visoki Decani y nadie se preocupa por eso. Por primera vez, tuvimos un Comunicado de Quint, criticando sinceramente la posición de los gobernantes albaneses en Pristina que no permiten que los serbios expresen su voluntad en las elecciones para Presidente y para el Parlamento de Serbia. Eso duró medio día. Al día siguiente prosiguieron haciendo todo lo mismo, dado que siempre contarán con su apoyo y nadie debe hacerse ninguna ilusión al respecto. Consecuentemente, llegamos a la pregunta que relacionada con esto. Cuánta comprensión podemos encontrar y cuánta aceptación racional de nuestros argumentos podemos encontrar cuando decimos – bien, aguarden, ¿Ustedes esperan que nosotros tomemos una decisión igualmente firme contra la Federación Rusa? Ahora, dejen de lado todas nuestras tradicionales relaciones, dejen de lado también todo lo demás, que no tenemos problemas con el suministro de gas, seguridad del suministro, tenemos buenas relaciones, dejemos de lado todo eso, entonces qué piensan, gente, sí, por una parte, todos los días hablan sobre la integridad territorial, sobre la protección de la integridad territorial como principio supremo del derecho internacional público, y después nos dicen – ustedes, serbios, olviden el respeto al principio supremo del derecho internacional público, y por todo lo que sucede en el mundo, traten peor que nosotros a la Federacion Rusa. Y no hay problema porque ellos no estarán para ustedes en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en relación con la cuestión de vuestra integridad territorial, pues sería bueno para ustedes que olviden su integridad territorial. Yo solo le pido a los representantes de esos países que sean un poco justos con Serbia, y que digan - entendemos la difícil situación de ustedes, pero, no hay problema, nosotros los empujamos a ello. Ese es un lenguaje que podemos comprender. No significa que lo obedeceremos, pero ese lenguaje es mucho menos hipócrita que el que nos dice que eso es justo, legítimo y honesto, ya que de haber sido tan justo, tan honesto y legítimo, no hubiesen destruido tan fácilmente la integridad territorial y destruido la integridad territorial de Serbia tal como lo han hecho. Por suerte o por desgracia, sé qué es lo que le gusta a la gente y de nuevo vuelvo otra vez a reiterar lo que dije para salvar mi alma, para que sepan que la tengo, ya que sé que muchos piensan que no la tengo, y que sé de estas cosas, en general mejor que la mayoría, y no por casualidad, pero nosotros mañana debemos tener suficiente combustible, debemos tener también suficientes alimentos, debemos tener también nuevos hospitales, debemos tener también nuevas fábricas y debemos mantener las mejores relaciones con nuestros socios occidentales y ser firmes, sólidos, persistentes y fuertes en el camino europeo. El nuevo Gobierno debe constituirse rápidamente porque es necesario que urgentemente nos ocupemos del próximo invierno y que abastezcamos a Serbia, sobre todo, de energía. La situación es alarmante y por ello es importante que formemos el Gobierno en el menor plazo posible, para poder dedicarnos a ello, para poder apartar mucho dinero y garantizar seguridad a los ciudadanos de Serbia durante el próximo invierno. Tenemos finanzas públicas estables gracias a todo el Gobierno, al Ministerio de Finanzas, al Banco Nacional de Serbia, gracias al buen trabajo, a la estabilidad que hemos preservado todo el tiempo. Para nosotros es de gran importancia conservar esa estabilidad. Tenemos alimentos. Tenemos lo suficiente y tendremos lo suficiente. Todos los intentos de desestabilizar el mercado serbio han fracasado porque nosotros nunca engañamos. Nunca faltamos a la verdad cuando decimos que tenemos suficiente azúcar, aceite, trigo, girasol, maíz y todo lo que es necesario para una vida normal y digna. Las tareas relativas a las reformas esenciales que se presentan ante Serbia son grandes y claves, dolorosas para muchos – a partir de la nueva y mucho más seria y responsable política energética, y de la educación y la ciencia, que deben ser la esencia, el pilar del progreso de Serbia en el futuro. Quisiera pedir especialmente al Gobierno que no tenga temor a la reacción con respecto a la introducción más amplia, más integral, más convincente de la educación dual en nuestro sistema educativo, a la que todos le escapan. Es más fácil esperar sólo cuándo será el próximo sueldo y cuánto dinero puede proporcionar el Ministerio de Finanzas, sin observar cuánto nos quedamos detrás de Alemania, Austria, Suiza y cuánto, en realidad, no estamos dispuestos a cambiar, pero si estamos listos para cambiar a todos los demás. Continuaremos, porque el estado debe seguir invirtiendo en salud, porque la salud constituye uno de los pilares tanto del desarrollo, como de la existencia de nuestra nación. Proseguiremos con la digitalización, el desarrollo de la robótica, la inteligencia artificial, pero también con la preocupación por los cambios climáticos y la protección del medio ambiente. Tenemos muchos socios, desde los noruegos hasta la Unión Europea, y también los Estados Unidos de América, con quienes hemos entrado en importantes proyectos sobre temas de seguridad energética, seguridad, y también sobre protección del medio ambiente, que deben profundizarse. En lo que respecta al tema sobre nuestro ejército, como Comandante Supremo me esforzaré para que nuestro ejército, con su influencia, sea más fuerte, para que sea el garante de la seguridad, la paz y la estabilidad. Durante los últimos meses escuchamos innumerables veces que, supuestamente, Serbia atacaría a alguien, que el ejército serbio amenazaba a alguien, Mintieron durante el transcurso de días, semanas quizás tanto como dura esta crisis en Ucrania, durante noventa y seis días. Noventa y seis días, cada día cientos de veces y en cientos de lugares se podían leer esas mentiras. Y después de noventa y seis días todavía nadie nos ha pedido disculpas. Nadie nos ha dicho - disculpen por haber mentido desde el primer día. Y gracias a Serbia por actuar como un pilar de estabilidad y por no haber amenazado nunca a nadie, que nunca ha pedido nada a nadie, excepto ser ella en lo suyo, que tiene el derecho de conservar su libertad, su cielo y su tierra, sola, sin la ayuda de nadie. Estoy convencido, queridos amigos, que Serbia preservará celosamente su neutralidad militar. Nosotros no somos políticamente neutrales. Nos encontramos en el camino europeo y conocemos nuestras obligaciones, pero debemos conservar nuestra neutralidad militar. A nuestro alrededor hay países de la OTAN o territorios donde se encuentra la OTAN. No hay ni un solo territorio, entidad, país al lado de Serbia, que no esté en la OTAN. Serbia es como una pequeña isla y algunos suelen mencionarlo o señalarlo como un problema. ¿Pero, cuál es el problema de confiar en su pueblo, de confiar en el heroico gen de sus ciudadanos que fueron y serán capaces de proteger a nuestro país y no queremos pertenecer a ningún bloque militar, sólo queremos tener el derecho de custodiar nuestras fronteras, proteger a nuestro país, tener nuestros soldados y defender nuestros cielos? Hoy, Serbia también tiene más fuerza financiera que antes para preservar a su país. Además, Serbia nunca más será presa fácil para nadie, ya que, lamentablemente, no obstante nuestro gran corazón, fuimos presa fácil en 1999. Y eso es algo de lo que me siento orgulloso. Por consiguiente, no atacamos a nadie, no amenazamos a nadie, pero les garantizo una cosa, y es que nadie se atreverá y nadie, tan fácilmente como alguna vez lo hizo, satisfaciendo sus intereses geopolíticos, nunca más podrán marchar hacia Serbia, no porque alguien nos quiera o no nos quiera, y no solo porque hoy no tenga tales intereses, como los que tuvo alguna vez, sino porque Serbia es mucho más fuerte. Y es más fuerte gracias a su pueblo y a los ciudadanos de Serbia que han invertido en su ejército, que han creído en su ejército y que saben que el camino de la neutralidad es el camino hacia del futuro para la República de Serbia y para nuestros ciudadanos. Lo que también es importante es que los salarios y las jubilaciones aumentarán, la inflación no los debe comer. La inflación importada, la mayor parte de la inflación es importada, no debe comer sus ingresos, dado que luchamos por un mejor estándar de vida para los ciudadanos y el Gobierno deberá esforzarse en trabajar en relación con este tema para que las jubilaciones acompañen a los salarios. También algo de mucha importancia, y sin lo cual no hay futuro, y de lo que todos hablamos, solo me permitiré hacer una pequeña broma sobre nosotros. Todos nosotros, cuando concurrimos a los programas de televisión, todos, todos los presidentes, los primeros ministros, los ministros, todos los analistas, todos los críticos, todos, sea quien sea cuando aparecen siempre van y dicen: “Aquí, nuestro campo está abandonado”. Pues anda, regresa al campo. Anda, vuelve al campo. Comprendan que la ciudad es mucho más agradable. Vivimos en las ciudades, normalmente. En toda Europa, en todo el mundo esa es la tendencia y no cambiará, las personas que viven en la ciudades no son peores que aquellos que viven en el campo y viceversa. No obstante todos nuestros esfuerzos, y todo lo que hemos hecho, difícilmente lograremos modificar esa tendencia. Asimismo, después de esas mismas partes escuchas cómo y cuántos hijos tenemos, no tenemos suficientes hijos, no tenemos a quien dejarle la tierra. Y entonces, digas lo que digas sobre ese tema, serás objeto de críticas, dirán que has ofendido a alguien porque quieres fomentar la política de natalidad o pro natalidad, porque le has negado algún derecho a alguien. No se enojen. Nosotros actualmente tenemos muchos más programas de televisión y artículos periodísticos sobre las mascotas que son más populares, que los programas sobre los niños. Lamento tener que decir esto como Presidente de Serbia, lamento que nadie más tenga el coraje de decirlo, porque saben que serán objeto de críticas. Me han criticado cientos de veces y no tengo problemas con ello. Las mascotas son maravillosas. Los perros, y los gatos, y los papagayos, y los caballos, quienes los tienen en el campo, son maravillosos, a cada uno de ellos se los quiere de manera distinta, pero nosotros no podremos sobrevivir, no hay futuro para nosotros si no tenemos más hijos. No tendremos futuro, pueden decir lo que quieran, el país no sobrevivirá. Por eso, espero que el Gobierno continúe con las medidas para fomentar la natalidad. Y esto no es una ofensa para nadie. Hay personas que no pueden tener hijos, hay persona cuya elección es no tener hijos, pero nosotros, como sociedad y como estado, debemos asegurarnos de tener a aquellos que prolongarán la vida del estado. Un estado sin ciudadanos no puede existir. Una vez más diré algunas palabras más sobre los vecinos y sobre lo que debemos hacer. Para nosotros es sumamente importante lo que hemos alcanzado en el periodo anterior. Tenemos las más cercanas y las mejores relaciones posibles con nuestros amigos húngaros, las relaciones históricamente más cercanas, me refiero al estado húngaro, y eso es algo que debemos preservar y cultivar. Tenemos muy buenas relaciones con Rumania y Bulgaria, y en la región más amplia con Grecia y Turquía. Gracias a la iniciativa “Balcanes abiertos” por la que haré esfuerzos y lucharé con todo el corazón, tenemos también, posiblemente, las mejores relaciones de la historia con Macedonia del Norte y Albania. Desearía expresar especialmente mi agradecimiento a la Iglesia Ortodoxa, a Su Santidad el Patriarca Porfirio por las decisiones excepcionalmente sabias que tomó y con ello ha contribuido aún más a la amistad y fraternidad que tenemos con el pueblo macedonio. Esto, Su Santidad, es algo que la historia juzgará y no un informe diario. Gracias a Usted y gracias a la política que seguimos, Serbia es hoy el país más popular en Macedonia del Norte, actualmente nos sentimos como hermanos con su población y no tenemos ningún problema en esas relaciones y eso es una gran cosa que hemos logrado hacer. Nuestras relaciones con Albania son cada vez mejores, más fuertes, más firmes. Donde debemos prestar más atención es con respecto a nuestras relaciones con Zagreb, con Croacia, e intentar cambiar mucho de ello, para acordar finalmente sobre muchas cosas del pasado acerca de las cuales no tenemos la misma mirada, nuestras miradas sobre el pasado son diferentes, distintas, pero debemos intentar encontrar los mismos lentes y los mismos binoculares para el futuro, y ver qué es lo que podemos hacer juntos. Las puertas de Belgrado y las puertas de la Presidencia, siempre estarán abiertas para un buen diálogo y conversaciones con Zagreb. Espero lo mismo de los políticos de Sarajevo, pero deben saber que nosotros siempre protegeremos los intereses del derecho internacional público, esos son los intereses de Serbia, el respeto a los Acuerdos de Dayton, respeto a la Constitución de Bosnia y Herzegovina, a la integridad de Bosnia y Herzegovina, pero siempre exigiremos que los Acuerdo de Dayton no sean modificados sin el consentimiento previo de los tres pueblos y, se entiende, que estaremos junto a la República Srpska, desarrollando nuestras relaciones, y siempre que podamos ayudaremos a República Srpska y no nos avergonzaremos de eso, sin poner a nadie en peligro por ello, puesto que siempre nos esforzaremos en extender nuestras manos de apoyo, unión y ayuda a todos y en todo momento. En un tiempo solía decirse, mi padre era del otro lado del Drina, yo de casualidad nací en Belgrado, y los serbios del otro lado del Drina siempre decían que la gente de Serbia nunca podía entender cuánto ama la República Srpska a Serbia. Hoy les diría, especialmente a nuestros huéspedes de la República Srpska, que no deben dudar de cuánto la gente de Serbia ama a la República Srpska y que ello no es menor de lo que la República Srpska ama a Serbia. Para nosotros es importante construir buenas, amistosas y cercanas relaciones con los bosníacos, a pesar de todas las diferencias políticas, a pesar de que algunos a veces no quieren aceptar la mano tendida. Tenemos que hacerlo debido al gran número de bosniacos que viven en nuestro país. Los sucesos de Priboj no deben repetirse nunca más. Diré sólo una cosa a través de la cual puede observarse mejor cuánto aman esas personas a su país. Después de 37 años, logramos después de muchos decenios construir redes de carreteras, redes de ferrocarriles, hospitales, fábricas, también después de 37 años logramos obtener dos medallas de oro en el Campeonato Europeo de Boxeo, aunque a una de esas medallas no la pudimos traer. Se trata de una persona de Pripolje, Mamić o Memić, no se enfadará, es bosníaco y, en una competencia realizada en ciudad de Ereván, luchó tan ferozmente y con todo su corazón por Serbia, me gustaría que lo hubiesen visto. Cada vez que obtenía una medalla, abrazaba con orgullo la bandera de Serbia. Debemos estar orgullosos de nuestros hermanos bosníacos y de todos aquellos que luchan por este país y junto con ellos construir el futuro. Ahora, agregaría a modo serbio, solo para condimentar, porque no podemos prescindir de ello, ni tampoco de la teoría de la conspiración, los jueces le robaron en la lucha por la medalla, ya que por sobre votación tomaron la decisión de que había perdido ese encuentro. No podemos cambiar a todo el mundo, solo podemos aceptarlo tal como es y buscar nuestro lugar en él. Lo que podemos, lo que queremos continuar, es cambiar, construir nuestro país, construirlo en todo sentido, en todas las áreas de la ciencia, la educación, la salud, la economía, la infraestructura, el deporte, la cultura. También construiremos edificios porque, según Ivo Andrić, no solo cambian la apariencia y el significado del lugar en el que están ubicados, sino que también porque tienen vínculos biológicos profundos con las personas que los usan. Existe una conexión íntima e invisible entre los edificios y los asentamientos humanos, un intercambio complejo e indefinido, pero constante, de influencias mutuas. Los pueblos através de las obras de sus individuos crean edificios a la imagen y oportunidades de sus aspiraciones y características más profundas, con frecuencias inconscientes, esos edificios lento y constantemente influyen en el carácter y costumbres de la gente. Somos mejores, dijo el gran escritor, construyéndonos a nosotros mismos y a nuestro país. Esto no se refiere solo a los edificios estructurales, sino también a todo lo que hemos construido y a todo aquello que todavía nos queda por construir. Ese es el objetivo clave al que me dedicaré en este mandato, el último, para que cuando deje este lugar, sepa que Serbia es un país mejor de lo que era cuando llegué. No hay sacrificio que no realizaré con ese propósito, tampoco no hay cosas que no realizaré, ni esfuerzo para el que no esté preparado. Porque no hay compromiso con los ideales y es lo único con lo cual no hay compromiso. Todo lo demás está sujeto a compromisos y compromiso es una linda palabra, no es fea. Al final, precisamente porque mi único ideal es Serbia. Al poner mi mano sobre la Constitución de la República de Serbia y el Evangelio de Miroslav, asumo el peso de una gran responsabilidad. Esta no es solo una responsabilidad hacia esta generación de ciudadanos serbios, sino también hacia sus grandes antepasados, y especialmente hacia las generaciones venideras. El gran Njegos dice: las generaciones juzgaran los actos. Vivo con la convicción que nuestra política resistirá el juicio del tiempo y que las futuras generaciones, libres de las emociones que siempre e inevitablemente tienen los participantes directos y contemporáneos, desde una distancia histórica segura, evaluarán objetivamente nuestro tiempo como un tiempo de estabilización y de ascenso de Serbia. Antes de finalizar, queridos amigos, quiero expresarles mi agradecimiento a todos. También quiero agradecerles a ustedes los aquí presentes, integrantes de esta composición del Parlamento o de la antigua composición del Parlamento, porque ustedes han generado grandes e importantes cambios para Serbia. Ustedes fueron quienes se atrevieron a decir: no queremos todo el poder en nuestras manos, queremos un poder judicial independiente. Fueron los únicos que se animaron a decir y a hacer. Ustedes fueron los que dictaron las leyes más importantes para salvar a la gente durante el tiempo del Covid. Ustedes tomaron las medidas más importantes cuando fue necesario proteger y cuidar las finanzas de Serbia. Es mucho lo que han hecho por el bien de nuestra nación y de sus ciudadanos. La historia es quien lo juzgará, y no alguien desde la perspectiva cotidiana. Quiero agradecer a todos los ex presidentes de la República de Serbia y de la República Federal de Yugoslavia, quienes han brindado una enorme contribución al progreso de nuestro país, que saben lo que es el estado, y que con su presencia hoy demuestran que quien sabe lo que es el estado, nunca olvida su deber, ni olvida lo que es el estado y siempre está sujeto a los principios fundamentales del estado que deben ser más importantes que los intereses personales. Por eso muchas gracias a todos por estar hoy aquí y tienen mi infinito respeto por todo lo que han hecho por nuestro país. También quiero expresarles mi agradecimiento a ustedes, estimados amigos de la República Srpska. Estoy con ustedes, Željka, Mila, es mucho lo realizado en los últimos cinco años, me parece, que hemos hecho muchas cosas buenas para nuestro pueblo. Seguramente, también hemos cometido errores. Gracias también por haber soportado a veces mis puntos de vista diferentes, por haber comprendido que no siempre debemos tener la misma opinión sobre todos los temas, pero sabíamos cuál era nuestro objetivo. Y ese objetivo es el bien de nuestro pueblo serbio y ello siempre es bueno para la República de Serbia y para la República Srpska. Gracias por la paciencia. Gracias Su Santidad, por estar siempre junto a nuestro pueblo, por estar siempre aquí para compartir lo bueno y lo malo. Quiero aprovechar esta oportunidad para agradecerle a mi familia para la cual no han sido fáciles los últimos cincos años. No deseo, lamentarme, porque tampoco serán fáciles los próximos cinco años, solo quiero decirles a Danilo, Milica y Vuk que los amo infinitamente y que papá no podría hacer nada sin ellos. Por todo lo expuesto, le rogaré a Dios de la misma manera como lo hizo la bella Rebecca West mientras las bombas de los nazis caían sobre su patria: ¡Señor, permíteme seguir siendo serbio! ¡Viva Serbia!” Fuente/Foto: www.predsednik.rs |